Queridos amigos:
Al finalizar septiembre y en los inicios de octubre recuperamos las actividades propias de un nuevo curso pastoral. Y además sin la incidencia tan dañina de la pandemia provocada por el Covid-19 que tanto nos ha preocupado y entorpecido en nuestras vidas. En estas primeras semanas hemos iniciado los ensayos del coro de la parroquia, con dos conciertos ya celebrados en Caló de S'Oli y en Sineu. También hemos retomado la catequesis de infancia para los niños y niñas de primera comunión, así como la catequesis para jóvenes que se preparan para recibir el sacramento de la Confirmación. No podemos olvidar el grupo de Vida Ascendente que también inicia sus reuniones y encuentros. Los integrantes del grupo de liturgia ya se reunieron para distribuir la misión de leer las lecturas semanalmente en este primer trimestre del curso. Y se albiran convivencias, encuentros, festividades, oraciones comunitarias, campañas (Domund, Iglesia Diocesana...), en definitiva un ritmo que nos recuerda que la parroquia sigue viva y ofrece a Jesucristo y su evangelio como camino para encontrar sentido a nuestra vida y llenarnos de felicidad por sentirnos queridos por el Señor.
De alguna manera podemos decir que todo lo anterior nos srive para el crecimiento de nuestra fe. La fe es un don de Dios que debe ser acogido por cada uno de nosotros. Cuanto más grande es nuestra fe más nos comprometemos a llevar la Buena Noticia del evangelio a nuestros hermanos que muchas veces caminan desorientados en busca de la salvación de sus vidas por senderos que les conducen al fracaso y al vacío. Una fe que está en crecimiento permite que en determinados momentos aparezca también la duda, incluso la incredulidad. Per las dudas no nacen de una inteligencia egoista que se cierra a descubrir nuevos horizontes, sino de la persona que con confianza se acerca a descubrir el misterio de Dios aunque no haya llegado a su pleno conocimiento desde la razón.
La fe pide una entrega total de la vida aun cuando se viva desde el claroscuro de nuestra existencia. Todas las actividades y acciones que como comunidad vivimos son pasos en la dirección de crecer y fortalecer nuestra fe en el Señor. Como le pidieron los apóstoles al Señor: ' Señor, creemos, pero auméntanos la fe'. Que este nuevo curso pastoral sea una nueva oportunidad de creciemiento personal en el conocimiento y el amor de Cristo que nos ama y quiere nuestra felicidad.
¡Buen curso pastoral!